Jugar y realizar actividades con los bebés es esencial para fortalecer el vínculo entre la mamá y su hijo, ya que promueve el desarrollo emocional y establece una base de confianza y seguridad. A través del juego, el bebé explora el mundo, aprende habilidades cognitivas y motoras, y comprende el afecto y la interacción social. Para las mamás, estos momentos de conexión permiten observar el desarrollo de su hijo y responder a sus necesidades, creando un apego seguro a través de la comunicación no verbal, como abrazos y sonrisas. Estas interacciones enriquecen tanto al bebé como a la mamá, fortaleciendo su relación y fomentando un crecimiento emocional saludable.