La música desempeña un papel clave en el desarrollo perceptual, vestibular y motor de bebés y niños. A través de la exposición a melodías, ritmos y sonidos, los niños desarrollan habilidades auditivas y cognitivas que fortalecen su capacidad para procesar el entorno. El sistema vestibular, que regula el equilibrio y la coordinación, se ve estimulado cuando los niños responden al ritmo con movimientos corporales, como balancearse o bailar, lo que mejora su equilibrio y control motor.

 

Además, el ritmo y la coordinación en actividades musicales ayudan a sincronizar los movimientos, lo que no solo fomenta el desarrollo físico, sino también habilidades sociales, ya que los niños aprenden a seguir patrones y trabajar en grupo. La música también favorece la expresión emocional y la creatividad, formando una base sólida para el aprendizaje en otras áreas.

 

Anímate a hacer la música parte de las actividades  que compartas con tu hijo, favoreciendo su desarrollo y vínculo contigo​​.​